Entre las diferentes piezas que forman parte de la carrocería de tu vehículo encontramos las aletas de los guardabarros situadas a lado y lado del vehículo: normalmente en la parte delantera pero en algunos casos también en la trasera. Su finalidad es principalmente funcional y se trata de proteger las ruedas de tu vehículo ante las salpicaduras generadas por la rotación. También cumplen otras funciones que involucran tu seguridad y la seguridad de los peatones. Lee con atención este artículo para comprender mejor la importancia de unas aletas guardabarros en buen estado y aprende como cambiar este elemento de tu carrocería si es necesario.
El chasis de tu vehículo está formado por varias partes rígidas que una vez unidas, forman un conjunto indeformable. La finalidad del chasis de un vehículo es sustentar la carrocería compuesta por varios elementos de los cuales destacamos: el suelo del vehículo (parte inferior de la caja), los largueros o travesaños (piezas dispuestas de lado a lado del vehículo que forman parte del suelo) y también las aletas de los guardabarros.
Nos interesan las partes citadas anteriormente dado que actúan como elementos exteriores que forman el carenado o armazón de la rueda, es decir: una parte rígida y funcional que permite a la rueda funcionar correctamente en el interior de la carrocería. Dichas partes suelen estar hechas de metal resistente que puede volver a su forma original si se deforma o de plástico (más ligero y resistente a la humedad, pero menos sólido que el metal). Podemos encontrar las aletas de guardabarros en la parte delantera o trasera, dependerá de su montaje y así mismo recibirán su nombre:
No podemos pasar por alto que la forma perfilada de las aletas de los guardabarros mejora la aerodinámica del vehículo y la penetración del aire. Así mismo, las aletas no solo sirven para evitar que las ruedas lancen proyectiles sino que también para que no salgan disparadas en caso de accidente.
Dado que las alas de los guardabarros están constantemente expuestas a proyectiles de sal y grava, no es de extrañar que se creen manchas de corrosión durante su vida útil. Por suerte, reemplazar las aletas de los guardabarros es un proceso fácil, ya que normalmente se encuentran atornilladas a la carrocería del vehículo, contrariamente a otras partes como el panel lateral que normalmente encontramos fijado a la parte trasera de la carrocería. Ten cuidado a la hora de escoger un recambio para esta pieza: escoge un color equivalente o parecido al resto de la carrocería del vehículo, de este modo no reducirás el valor de tu vehículo.
Para empezar, tenemos que diferenciar las aletas de los guardabarros de los parachoques. Estos últimos, como su nombre indica, están diseñados para proteger tu vehículo y por ello se encuentran dispuestos en la parte delantera y trasera, donde normalmente se absorben la mayor cantidad de impactos.
Como has podido ver, las aletas laterales están sometidas a inclemencias exteriores que pueden volver más frágil esta parte de tu vehículo. Dichas inclemencias pueden ser:
Las aletas laterales son parte del conjunto de piezas de la carrocería más afectado por los choques y rayaduras, lógicamente son los golpes y colisiones laterales los que tienden a dañar las aletas, en algunos casos, de forma irreparable y por ello tendremos que cambiarlas. El modo de fijación de las aletas laterales depende de los modelos y de los métodos de fijación.
Si optas por cambiar las aletas del guardabarros tu mismo, ten en cuenta que la operación durará entre 2 y 3 horas, tendrás que usar diferentes herramientas: un juego de llaves, un gato para coches, una llave para tuercas, una palanca de clip, un soporte y un destornillador con punta de cruz. Seguirás los siguientes pasos:
En caso de tener dudas, siempre se recomienda recurrir a un profesional. Debe tener en cuenta que el precio de una aleta del guardabarros delantero varía según el modelo. Por un modelo como el Peugeot 208 por ejemplo, el precio de dicha pieza ronda los 83 euros. Por un Renault Clio 3, una aleta delantera derecha costará aproximadamente 30 euros, ninguno de los precios citados incluye la mano de obra. Entonces el precio varía según sea simple o doble. Por un modelo Citroën C4 Picasso, la mano de obra puede llegar a costar entre 61 euros y 126 euros.
Las alas de guardabarros de tu vehículo cumplen diversas funciones en cuanto a tu seguridad y a la del resto de conductores. Se trata de un elemento estético pero también que protege las ruedas en caso de choque. También se trata de una pieza expuesta al desgaste por la grava de la carretera. Cambiar esta pieza puede evitar que pierdas tiempo, incluso cuando se trata de rayaduras superficiales que pueden arreglarse mediante un pulido. Si tienes que cambiar una aleta fija o soldada, intenta en la medida de lo posible, encontrar una pieza del mismo color en algún concesionario, así tu coche no perderá valor.